Desde que era una niña, en su natal Orocovis, a Larisa Martínez le gustaba cantar. Un talento que demostró temprano en su escuela cuando una maestra de español, en tercer grado, la identificó para que cantara en una actividad escolar. “Después de ese momento, ella me hizo creer que yo sabía cantar, así que cantaba en todos los ‘talent shows’ de la escuela”, recuerda la hoy reconocida soprano, de 36 años, quien se ha destacado en el mundo de la interpretación clásica en importantes escenarios alrededor del mundo.