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“Su comportamiento es de manipular”: habla policía que participó, en 2005, en procesamiento de imputado de feminicidio en Manatí

El coronel Carlos Cruz se mostró asombrado al ver en la libre comunidad a Hermes Ávila Vázquez, pero no le sorprende que haya acudido al engaño para salir de prisión

23 de abril de 2024 - 3:30 PM

Hermes Ávila Vázquez figura en silla de ruedas en sus fotos en el Registro de Ofensores Sexuales. (Captura)

“Ese es el Hermes Ávila Vázquez que conozco, una persona totalmente manipuladora y que siempre ha tratado de burlar el sistema”.

Esta fue la reacción del coronel Carlos Cruz tras enterarse de que Ávila Vázquez fue arrestado el domingo por el feminicidio de Ivette Joan Meléndez Vega, de 56 años, en Manatí.

Cruz era sargento del Cuerpo de Investigaciones Criminales en el 2005 cuando supervisó el procesamiento y encarcelamiento de Ávila Vázquez por el brutal asesinato de una mujer en Caguas, en momentos en que también era sospechoso de otros dos crímenes similares en Bayamón.

La víctima del 2005 fue identificada como Celia López García, quien, al momento de su asesinato, era una terapista de 28 años de edad y madre de dos niños.

De acuerdo con la investigación policíaca, el individuo violó y asesinó a la mujer. El Nuevo Día publicó en ese momento que el cuerpo de López García fue encontrado con una herida en el cuello.

Además, en ese momento trascendió que, justo antes de ser asesinada, López García le compró un bizcocho de cumpleaños a su esposo. De la descripción de la escena, se desprendió que el cadáver de la mujer fue marcado con “frosting” o merengue que era parte de la decoración.

“Para esa época, él (Ávila Vázquez) frecuentaba el Centro Comercial Catalinas Mall en Caguas y escogió al azar a su víctima mientras abordaba un vehículo tipo minivan. Cuando ella abrió la puerta, tipo ‘sliding door’ de esa minivan, empuja a la víctima dentro del mismo vehículo y cometió el crimen. Luego abandonó el vehículo en el área, frente a una panadería, en Caguas”, relató Cruz.

“De la investigación pudimos detectar otra serie de delitos de índole sexual. Se pudo vincular a uno en específico. Los casos fueron radicados en lo que recibíamos las pruebas de ADN que se habían sometido en el crimen (de López García)”, recordó. “Esas pruebas vincularon a este individuo mediante análisis genético a la escena del crimen, estableciendo que fue el autor del evento”.

Cruz se refería a cargos de actos lascivos, violación y robo que también fueron radicados en el Tribunal de Caguas, donde fue atendido por la jueza Susana Serrano Mondesí.

Luego, con las pruebas genéticas que probaron que había violado a la víctima del asesinato, el caso fue radicado y presidido por el juez Rubén Torres Dávila. La fiscal fue Sol de Borinquen Rosario, quien actualmente es jueza del Tribunal de Apelaciones de Puerto Rico.

“Este individuo ha estado poco en la libre comunidad”, expuso Cruz. “En aquél caso lo vinculamos con prueba de ADN. Había otras pruebas usadas, como vídeos (de cámaras de seguridad) mientras perseguía a sus víctimas, pero la prueba definitiva fue la prueba de ADN”.

Una de las varias fichas de Hermes Ávila Vázquez en la Policía de Puerto Rico.
Una de las varias fichas de Hermes Ávila Vázquez en la Policía de Puerto Rico. (Suministrada)

Según el expediente judicial, Ávila Vázquez finalmente se declaró culpable en ambos casos, tras llegar a un acuerdo para eliminar su reincidencia, pues fue procesado anteriormente por otros delitos.

De hecho, en el Registro de Ofensores Sexuales enfrentó cargos por actos lascivos en el 2004, así como secuestro agravado y violación en el 2005. Además, en 1991 fue sentenciado por tentativa de violación, tentativa de sodomía y restricción de libertad agravada.

En cambio, en esa lista no figuran dos casos previos por los que Ávila Vázquez era sospechoso de dos asesinatos de mujeres, que en aquel entonces no estaba tipificado como feminicidio.

“En aquella investigación pudimos establecer que había dos crímenes en el área de Bayamón de dos féminas que murieron en estas mismas circunstancias. Se le imputó, pero por falta de evidencia científica no se pudo prevalecer en esos casos”, explicó Cruz. “Fue en años previos cuando esa tecnología (de ADN) no era utilizada”.

Cruz señaló que las dos víctimas asesinadas en Bayamón murieron con “heridas de arma blanca en el cuello”, igual que López García y Meléndez Vega.

Al declararse culpable, Ávila Castro fue sentenciado -en junio de 2005- a cumplir 122 años de prisión, por lo que Cruz no podía creer que estaba en la libre comunidad y fue, nuevamente, detenido por la muerte violenta de Meléndez Vega, cuyo cuerpo fue hallado sobre el pavimento, semidesnudo, degollado y con heridas abiertas en la cabeza.

“Es importante que se esclareció rápido y sé que ahora tendrá que terminar la pena del 2005 y estamos seguros que saldrá culpable y enfrentará otra pena”, comentó Cruz. “Sé que pueden alegar reincidencia, así que esperamos que la sentencia sea una separación permanente de la sociedad”, agregó.

De acuerdo con el Departamento de Corrección y Rehabilitación, un panel médico certificó que Ávila Vázquez era parapléjico progresivo, por lo que presuntamente necesitaba sillas de rueda para moverse y asistencia para hacer sus necesidades físicas. Debido a esas supuestas condiciones, se aprobó que se acogiera al beneficio de una ley que permite que esos confinados vivan con sus familias para que sean atendidos.

Sin embargo, en los visuales de canales de televisión que cubrieron su arresto el domingo se le vio caminando, a paso acelerado, como usualmente los policías escoltan a los arrestados esposados.

“Los primeros años de su sentencia (de 2005), este señor se dedicó a escribir pidiendo indultos, alegando que era inocente, que yo y el equipo de investigadores le habíamos fabricado el caso”, comentó Cruz, quien recordó que al ser ingresado a prisión en el 2003, con 33 años de edad, estaba “totalmente saludable, fuerte”.

“Su comportamiento es de manipular y distorsionar la verdad... esa es la forma de él operar y tratar de burlar el sistema”, sostuvo, para luego opinar que Ávila Vázquez no puede ser rehabilitado.

“No debe volver a salir. Queda demostrado que es un peligro a la sociedad. No creo que haya rehabilitación para una persona como esta, que no llevaba un año en la libre comunidad y comete el delito en las mismas circunstancias”, afirmó.

Tras radicarle cargos el lunes por el feminicidio de Meléndez Vega, la jueza Cyndia Irizarry Casiano, del Tribunal de Primera Instancia de Arecibo, halló causa para arresto en su contra. Al no poder prestar la fianza de $4 millones, Ávila Vázquez regresó a prisión.

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