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Elmer Román, precandidato a comisionado residente en Washington del Partido Nuevo Progresista (PNP), dijo que no aceptará el status de territorio incorporado como transición a la estadidad, a menos que se exima a Puerto Rico del pago de contribuciones federales durante ese período.

“Tenemos que bregarlo de tal manera que no haya una imposición más al pueblo puertorriqueño, porque no vamos a poder aguantarlo”, indicó Román, un capitán de la Reserva Naval de Estados Unidos y exsecretario de Seguridad Pública y de Estado, durante el podcast Torres Gotay Entrevista.

“Nosotros no podemos aceptar que al pueblo puertorriqueño se le sigan imponiendo impuestos federales”, agregó.

Por más de 100 años, el movimiento estadista de Puerto Rico rechazó que hiciera falta la integración de Puerto Rico como territorio incorporado de Estados Unidos, que era el status de los 37 territorios que se unieron a la federación después de las 13 colonias originales, como paso previo a la estadidad.

Pero, recientemente, portavoces del movimiento han comenzado a admitir que el territorio incorporado, que implica el pago de contribuciones federales, pero no plena representación en el Congreso, podría ser necesario antes de que la isla sea admitida como estado.

El rival de Román por la candidatura a Washington del PNP, el senador William Villafañe, indicó que aceptaría el territorio incorporado “por el menor tiempo posible”, con un máximo de cinco años. Pero no hizo ninguna excepción en cuanto al tema del pago de contribuciones federales durante el territorio incorporado.

Los últimos dos estados admitidos a Estados Unidos –Alaska y Hawái, ambos en 1959– pasaron cerca de 50 años, cada uno, como territorios incorporados.

Román cree que el territorio incorporado es inevitable “como un período de transición, pero no con una imposición de impuestos federales”. “Creo que se puede negociar para no seguir afectando el bolsillo del pueblo de Puerto Rico”, agregó el aspirante, quien esperaría que la “transición” sea corta y acordada mediante legislación.

El precandidato cree que su trasfondo militar “abre puertas en el Congreso”, dice que es lo que lo distingue de todos los que han ocupado el puesto antes y asegura que eso le ayudará a hacer avanzar los proyectos de status que los estadistas han estado impulsando, sin éxito, por más de 10 años.

“Soy el primer veterano que Puerto Rico va a enviar al Congreso. Yo usaría esa red de veteranos en el Congreso. Entiendo que hay que trabajar de tú a tú con cada senador, con cada representante. La comisionada (residente Jenniffer González) lo ha estado trabajando, pero hay que darle continuidad”, agregó Román, quien es ingeniero y natural de Yauco, donde reside actualmente.

Al igual que otros estadistas que han aspirado a Washington, o representado a Puerto Rico en la capital estadounidense, Román no aceptaría que se le ofrezcan a la isla incentivos económicos o contributivos que no sean compatibles con la estadidad, como fue el caso, por ejemplo, de la Sección 936 del Código federal de Rentas Internas, que fue eliminada en 1996 con un período de desaparición de 10 años, con el favor del liderato del PNP de entonces.

“No queremos seguir promoviendo lo que tenga que ver con incentivos que, a la larga, nos mantengan en este limbo político”, sostuvo.

“Hay muchas herramientas que no tienen que ser ir a pedir más incentivos, ni la paridad de fondos. Tenemos que salir de esta mentalidad colonial y poder exponenciar lo que es la economía de Puerto Rico y lo que Puerto Rico puede proveer”, manifestó Román, quien llamó a la isla “el Hawái del Atlántico”.

Román fue secretario de Seguridad Pública de abril a diciembre de 2019, que incluyó las dos semanas de protestas contra el entonces gobernador Ricardo Rosselló, y secretario de Estado durante la pandemia de COVID-19 y terremotos de 2020, bajo la controversial administración de Wanda Vázquez, quien hoy espera juicio por corrupción.

Dice que “no fue fácil” trabajar durante ese tiempo, que incluyó múltiples controversias en el manejo de ambos eventos, pero asegura estar satisfecho con el resultado de su labor. “Yo me sentía cómodo en el trabajo, porque eran cosas para las que yo estaba preparado. La carrera militar me dio la oportunidad de entender cómo íbamos a hacer el manejo de la situación”, indicó.

Sobre Vázquez, que espera juicio por presuntamente haber despedido a un funcionario a cambios de donativos para su campaña, admitió que le tiene “muchísimo aprecio”, pero que hace cerca de un año que no habla con ella. “No fui partícipe (de los actos que se le imputan) ni tengo conocimiento de lo que pasó. Sí, me dio pena”, manifestó.