La escalinata del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York reúne a estrellas e invitados especiales que han sido convocados para una de las noches más importantes de la industria de la moda, la Met Gala, evento anual que se distingue por ser una de las alfombras rojas más esperadas.

El también llamado “Super Bowl de la moda” se ha convertido en día festivo para la industria, pues es el momento en el que los diseñadores dejan ver su creatividad total vistiendo a los famosos, incluyendo a los anfitriones de la gala. Este año son Zendaya, Bad Bunny, Chris Hemsworth y Jennifer López.

Hablando de los anfitriones, Zendaya llegó al MET luciendo un vestido que ha dejado claro que la dupla que hace con Law Roach, su fashion stylist, es única. Su look la acaba de catapultar como una de las mejor vestidas en Hollywood.

La protagonista de Challengers arribó a la Met Gala usando un vestido azul océano de Maison Margiela, autoría del diseñador hispano-británico John Galliano. El “look” que diseñó para Zendaya va a juego con un tocado igual de dramático y hermoso que hace un “match” perfecto con la temática de la gala.

La silueta entallada de este vestido deja ver lo mejor de la figura de Zendaya, mientras los toques de naturaleza rodean la cintura y el cuerpo de la actriz, dando volumen y vista a sus brazos, cuello y hombros.

Además, ha apostado por un maquillaje de muñeca de porcelana (similar al de la última entrega de Galliano para la firma). En esta ocasión, la ceja se ha adelgazado más de lo normal y se recurrió a sombras que se pasean por el negro, el azul y el morado, logrando uno de los mejores looks de la noche.

Sin embargo, esto no fue todo. Al finalizar oficialmente la alfombra roja de la Met Gala, Zendaya sorprendió a los fotógrafos apareciendo de nuevo con otro dramático “look”. Esta vez lucía un vestido negro de Givenchy de John Galliano diseñado en 1996, el cual combinó con un sombrero floral de Alexander McQueen confeccionado en 2007, aproximadamente.