Washington D.C. - Con el apoyo de 163 demócratas, una abrumadora mayoría de la Cámara de Representantes de Estados Unidos descarriló el miércoles la moción de la ultraconservadora Marjorie Taylor Greene que buscó destituir al speaker Mike Johnson, un republicano, igual que ella.

La votación para dejar sobre la mesa la moción de Greene obtuvo un total de 359 votos a favor y 43 en contra. Once republicanos, incluida Greene, y 32 demócratas votaron en contra de dejar la moción sobre la mesa.

Poco antes, Greene había presentado oficialmente su moción para destituir a Johnson, electo por los miembros de su partido después de haber sacado del puesto, en octubre pasado, al también republicano Kevin McCarthy. El exspeaker McCarthy fue el primer presidente cameral en ser destituido de su posición.

En medio de abucheos iniciales, al parecer de legisladores de ambos partidos, Greene trajo al hemiciclo, como una cuestión de privilegio, la moción de destitución que había presentado hace unos días. Al presentarla como un asunto de privilegio, el pleno de la Cámara baja tenía que votar sobre el asunto.

Sin embargo, una vez presentada la moción, el líder de la mayoría republicana, Steve Scalise, solicitó dejarla sobre la mesa. Como había adelantado el líder de la minoría demócrata, Hakeem Jeffries (Nueva York), el grueso del caucus demócrata se opuso a dejar otra vez vacante la presidencia de la Cámara de Representantes.

Jeffries ha reconocido que Johnson cambió de punto de vista y permitió que se aprobara, en votación partidista, la asignación de $60,000 millones en asistencia militar a Ucrania.

Greene presentó una serie de asuntos que consideraba ameritaban destituir, por segunda vez en la historia, un presidente de la Cámara de Representantes. En su caso, dijo que Johnson ha traicionado los ideales conservadores al aprobar -normalmente con más votos demócratas que republicanos- medidas de presupuesto que, al menos, mantienen el mismo nivel de gastos de los años de Nancy Pelosi como speaker.

Asimismo, mencionó que Johnson permitió la destitución del republicano George Santos (Nueva York) –cuyas mentiras electorales le generaron varios cargos criminales- lo que tuvo como consecuencia que los demócratas ganaran el escaño en una elección especial.

“Ha ayudado a los demócratas y al presidente Joe Biden a destruir nuestro país”, indicó Greene en su mensaje.

Johnson, tras la votación, agradeció el respaldo. “Aprecio la muestra de confianza de mis colegas para derrotar este esfuerzo equivocado... Con suerte, espero que este sea el fin de la política de los personalismos y del frívolo asesinaro de carácter que ha definido el Congreso 118”, indicó.

Greene y sus aliados, Thomas Massie (Kentucky) y Paul Gosar (Arizona), no estaban ajenos a lo que iba a suceder. Pero, advirtieron que ahora Johnson queda en el puesto, por la decisión de los demócratas. “Es el partido único”, dijo Greene.

Los votos demócratas en contra de descarrilar la moción de Greene incluyeron principalmente a sus congresistas más liberales, entre ellos las congresistas puertorriqueñas por distritos de Nueva York Nydia Velázquez y Alexandria Ocasio Cortez, que rechazaron vincularse con un esfuerzo para salvar la presidencia de Johnson, quien en términos sociales es como Greene un ultraconservador.

Jeffries había indicado que permitir la destitución de Johnson era abrir otra vez la puerta a la inestabilidad. “Marjorie Taylor Greene y los republicanos extremos del MAGA son agentes del caos. Los demócratas de la Cámara de Representantes son agentes de cambio. Continuaremos gobernando de manera razonable, responsable y orientada a resultados y poniendo a las personas por encima de la política todos los días”, señaló el congresista Jeffries.