La abogada Rosa Mercado reflexiona desde la perspectiva de los cincuenta y tantos años
La abogada Rosa Mercado reflexiona desde la perspectiva de los cincuenta y tantos años
Según lo que los ojos ven, el sol se mueve en el cielo, de un lado al otro. Y la tierra, según lo que los sentidos sienten, está inmóvil. En la escuela aprendemos que los ojos y los sentidos están equivocados, que el sol, al que vemos salir en la mañana, como un perro andariego, y acostarse a dormir tempranito entre las montañas y el mar, no se ha movido de su lugar. Y que la tierra, esa tierra que no va nunca ha ninguna parte, no ha parado de moverse.
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